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INFORME SEMANAL 11 DE NOVIEMBRE

EDITORIAL SV

Se acentúa la polarización de cara alaño electoral. La decisión del Gobierno de quitarle por Decreto la jubilación y la pensión a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner exalta a las tropas de ambos bandos y parece ser parte de una estrategia para definir dos polos marcadamente opuestos de cara a la elección legislativa – LLA versus el Cristinismo.

El escenario de polarización LLA vs. CFK favorece las perspectivas electorales del Gobierno, pero también conlleva una toma de riesgos para la estabilidad de las variables financieras, que será mayor cuanto peores sean los resultados económicos y sociales.

⁠La debilidad de la oposición en estos momentos es enorme. Una muestra de ello fue el proceso en la Cámara de Diputados para modificar el régimen de aprobación/rechazo de los DNU (buscando equiparar las condiciones a aquellas necesarias para aprobar una ley, que requiere de la aprobación de ambas cámaras del Congreso) y para rechazar el DNU que busca flexibilizar las condiciones admisibles para canjes de deuda pública en moneda extranjera bajo
ley local.

El Gobierno logró romper a la oposición en el contexto de las negociaciones por el Presupuesto 2025 y prácticamente dormir los posibles cambios hasta el año próximo.

La situación de mercado sigue mejorando y aún sigue habiendo upside en el precio de los bonos pagaderos en moneda extranjera. En el corto plazo, el riesgo país puede continuar bajando de la mano del refuerzo de la percepción de que hay plena capacidad de pago de las deudas externas aún sin acceso al mercado de crédito internacional en 2025.

Mientras en los mercados cunden los festejos, la situación social es mala. En los sectores informales y de menores ingresos no hay recuperación. Pero aparece una diferencia con respecto a los meses previos: se da una mejora de los salarios de los trabajadores registrados del sector privado, que incluyen al núcleo de la clase media argentina. La lectura de esta situación puede llevar al Gobierno a seguir profundizando la polarización, que es aún más beneficiosa en este contexto socio-económico que lo que era hace unos meses.

Varios consultores marcan el problema de la apreciación del tipo de cambio real. Pero el principal problema con ello de cara a las proyecciones de balanza comercial de 2025 no es macroeconómico, sino social. Se está dando una forma de enfermedad holandesa con cepo.

La enfermedad holandesa indica que el desarrollo de los sectores de recursos naturales aprecia el tipo de cambio real y así desplaza a los sectores industriales que se vuelven menos competitivos. En Argentina, el fuerte crecimiento del sector energético y en menor medida de la minería permite contar con las divisas para sostener la actual política cambiaria, aún con algo más de apreciación del tipo de cambio real, sin que ello implique en 2025 la necesidad de una devaluación del tipo de cambio oficial, pero debilita a muchos de los otros sectores de la economía, que con un tipo de cambio más apreciado tienen problemas de competitividad.

Las principales consecuencias de la apreciación del tipo de cambio real son distributivas y tienen lugar vía los efectos de esa dinámica productiva en el mercado de trabajo: los sectores que crecen no tienen capacidad de absorber al empleo que se desplaza en los sectores que se contraen, y de ese modo la absorción queda a cargo de los sectores de servicios, con trabajos de menor calidad y menor nivel de ingresos reales.

Este fenómeno puede ser políticamente sostenible durante el año próximo en la medida en que las alternativas electorales opositoras al Gobierno sean vistas como “volver al pasado”.