La actividad de la Industria y la Construcción muestran una muy pequeña recuperación, desde el subsuelo de la recesión. Los indicadores adelantados de la recaudación siguen marcando una debilidad de la actividad económica, a pesar del salto por Ganancias. Las expectativas de inflación caen, junto a una mayor recesión esperada. A pesar de esto, al BCRA le cuesta acumular reservas.
La inflación siguió elevada en abril pero el Gobierno festeja la baja pronunciada en la inflación núcleo, apostando a un dato aún menor en mayo luego de la postergación de aumentos en regulados. Los ingresos encuentran un piso, pero en niveles muy bajos en términos históricos. Nueva baja de las tasas de interés, marcando el sendero de inflación futura y ayudando al financiamiento del tesoro.
Los datos de marzo muestran una vez más una actividad económica en caída libre, luego de la devaluación y la contracción del salario real. Sin embargo, los ingresos registrados empiezan a tocar un piso, adelantando la posibilidad de que el nivel de actividad pueda dejar de caer. Luego de ampliar el BOPREAL a empresas que requieran giro de utilidades y dividendos, el Gobierno pudo colocar un monto récord.
El BCRA marca la cancha y vuelve a bajar las tasas de interés, reforzando el “efecto licuadora”, empujando a las entidades financieras a buscar alternativas en el mercado de créditos (público y privado), con un posible impacto en la brecha cambiaria. El mercado de cambios muestra una debilidad en la liquidación, por factores climáticos pero también por la apreciación del dólar.
El Gobierno festeja el sobrecumplimiento de las metas fiscales, apalancado en el ajuste de jubilación. El recorte a provincias y universidades tensiona la política. La actividad económica en caída libre presiona a la baja la inflación. El BCRA marca la cancha y baja las tasas de política, en un contexto donde las ofertas en las licitaciones de BOPREAL y del Tesoro fueron escasas.