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INFORME SEMANAL 20 DE OCTUBRE

EDITORIAL SV

La economía argentina llega a las elecciones de medio término en un contexto recesivo, con presiones cambiarias contenidas gracias a la intervención del Tesoro de Estados Unidos. Predomina una elevada cobertura a la espera del resultado electoral, con los depósitos en dólares del sector privado en niveles cercanos a máximos históricos.

Sin embargo, los precios de los activos financieros sugieren que, a nivel colectivo, el mercado aún asume que:
(i) existe una alta probabilidad de que el resultado electoral no deje al Gobierno fuera de carrera,
(ii) la competitividad de la economía podría mejorar a partir de un impulso en la productividad si el Gobierno lograra avanzar con su programa de política económica.

Desde SURAMERICANA VISIÓN no consideramos que el supuesto (ii) esté bien fundado. Por ello, mantenemos una visión más pesimista que el promedio para la economía real en el mediano plazo (próximos dos años). De todos modos, entendemos que, sea cual sea el resultado electoral, modificar el régimen cambiario inmediatamente después de la elección tendría un costo fiscal y cuasifiscal elevado —tanto por los vencimientos de letras atadas al dólar como por la posición del BCRA en los contratos de dólar futuro—, lo que hace probable su continuidad al menos por unas semanas más.

En ausencia de un shock positivo de expectativas sobre las perspectivas de la economía real, vemos difícil sostener el actual régimen cambiario durante el resto del año. Por otra parte, si este domingo el supuesto (i) se demostrara incorrecto, anticipamos un impacto negativo en la cotización de los activos y un aumento de las presiones cambiarias, aunque parcialmente moderadas por los altos niveles de cobertura existentes.


En el frente externo, se mantiene un elevado nivel estructural de importaciones: el promedio móvil trimestral asciende a USD 6.841 millones, similar al valor más alto de los últimos seis años, excluyendo los meses posteriores al inicio de la guerra en Ucrania. Este nivel se alcanza a pesar de la caída de la actividad económica desde el segundo trimestre.

Aun con ese nivel históricamente alto de importaciones, el país acumula en el año un superávit comercial superior a USD 6.000 millones, explicado fundamentalmente por el cambio estructural positivo en el sector energético, cuya contribución alcanza casi USD 5.400 millones. Sin este desempeño, Argentina estaría atravesando una caída secular en lugar de un estancamiento prolongado.

El informe analiza en detalle la evolución de la actividad económica y del mercado interno, las expectativas empresariales de corto plazo —que se mantienen relativamente pesimistas—, la balanza comercial, la dinámica cambiaria y el comportamiento de los depósitos en dólares.

Esperamos que disfruten su lectura y que el domingo se viva una nueva jornada democrática en paz. Buen fin de semana.